Los mejores vinos argentinos que tienes que probar

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Argentina comenzó a producir vino en los días de la colonización, al principio centrándose en la producción a gran escala en lugar de botellas de alta calidad. Sin embargo, desde la década de 1990, el país ha atravesado una especie de revolución del vino, invirtiendo grandes sumas de dinero en viñedos de alta tecnología que se han vuelto de renombre internacional. En estos días, las magníficas bodegas de Mendoza y Salta están a la altura de los mejores, ofreciendo vino de primera calidad a precios bajísimos.

Malbec

La uva más querida y famosa de Argentina, el Malbec es el tinto insignia de la industria local. Mientras que otros países se han alejado del Malbec en los últimos años, el clima ideal de Mendoza ha visto dispararse la producción hasta convertirse en una de las variedades más plantadas en todo el país. Los Malbec argentinos suelen tener un tanino robusto y tienden a variar desde colores claros y afrutados hasta colores oscuros más elegantes como la tinta.

El Torrontés

Torrontés es al blanco lo que el Malbec al tinto, el rey indiscutible de la industria argentina. Estas uvas se cosechan a mano y se fermentan a bajas temperaturas para producir un aroma floral con el equilibrio perfecto entre acidez y tonos minerales. Es agradable al paladar y es el complemento perfecto para las comidas picantes. La uva es exclusiva de Argentina, y la mayoría crece en la región de Cafayate, a gran altura, aunque algunas se pueden encontrar en Mendoza.

Cabernet Franc

Original proveniente de Burdeos en Francia y ahora popular en Argentina, Cabernet Franc es un tinto con cuerpo que ha llamado mucho la atención en los últimos años. La uva es bastante similar a la Cabernet Sauvignon, aunque un poco más clara, lo que da como resultado un vino más pálido. El Cabernet Franc argentino es más intenso que otros encontrados alrededor del mundo, cualidad que le ha valido una gran popularidad. La uva es cara de producir, lo que se refleja en el precio, pero vale la pena para esas ocasiones especiales.

Petit Verdot

Utilizado tradicionalmente como parte de la mezcla clásica de Burdeos, el Petit Verdot tiene una tendencia a madurar demasiado temprano y, por lo tanto, ha perdido su atractivo para los viticultores europeos. En Argentina, sin embargo, la uva madura de manera mucho más confiable, lo que ha llevado a la producción a gran escala de una sola variedad de uva, principalmente en la región de Mendoza. Parece obtener opiniones fuertes, a algunos les encanta mientras que otros lo odian, la única forma de averiguarlo es probarlo por ti mismo.

Cabernet Sauvignon

Los lectores que han llegado tan abajo en la lista sin duda han oído hablar de Cabernet Sauvignon, una de las variedades más conocidas del mundo y sólo superada por Merlot en el consumo internacional. En la región de Mendoza, se han realizado serios esfuerzos para producirlo lo suficientemente bien como para competir con el Malbec, pero la mayoría de la gente está de acuerdo en que no han tenido éxito y que el Malbec sigue siendo supremo. Habiendo dicho eso, hay algunas etiquetas excelentes por ahí.

Bornada

Bornada ha sido uno de los tintos más populares en Argentina desde que comenzó la elaboración del vino en la época colonial. Este clásico de larga data se produce en la región de Mendoza y se utiliza principalmente en vinos de mesa y mezclas. Algunos viñedos, sin embargo, han logrado producir un varietal dulce y sabroso.

Semillón

Anteriormente el blanco más popular del país, el semillón ha perdido un poco de su brillo en las últimas décadas, en gran parte gracias al aumento de la popularidad del torrontés. Esta variedad subestimada produce excelentes vinos de mesa secos o dulces, pero muy poco más. Unos cuantos viñedos argentinos han intentado retomar su estatus anterior como uno de los blancos básicos del país, con cierto éxito.